Cómo ser tanatopractor: requisitos, estudios y cuánto se cobra
A la hora de plantear el futuro laboral existen profesiones que siguen siendo poco conocidas pese a ser muy demandas y tener un elevado índice de inserción en el actual mercado de trabajo. Es el caso de los tanatopractores, las personas que realizan la delicada tarea de preparar el cuerpo de una persona fallecida para favorecer su conservación óptima, proporcionando al cadáver, además, el mejor aspecto posible antes de recibir la despedida de familiares y amigos.
Ser tanatopractor requiere una formación específica y unas cualidades personales bien definidas. Se trata de un trabajo muy valorado y con una interesante banda salarial, por lo que, ante posibles salidas profesionales, es una opción a tener en cuenta. Si quieres tener toda la información que necesitas conocer sobre cómo ser tanatopractor, incluyendo requisitos, estudios y salarios medios, sigue leyendo.
¿Qué es un tanatopractor?
Cuando una persona fallece, resulta necesario realizar una serie de acciones de higienización y conservación del cuerpo, aplicando técnicas específicas, utilizando material médico y quirúrgico preciso y recurriendo a determinados productos químicos cuando es necesario.
El objetivo del trabajo de un tanatopractor es doble. Por un lado, la correcta manipulación del cadáver siguiendo protocolos que garanticen la seguridad y la salubridad y, por otro, la conservación de ese cuerpo en las mejores condiciones y el mayor tiempo posible para el posterior velatorio.
El tanatopractor es un profesional de la tanatopraxia, palabra que deriva de los vocablos griegos ‘tanatos’ que significa muerte y ‘praxis’ (prácticas) y que podría definirse como el conjunto de conocimientos y técnicas de limpieza, conservación y presentación de un cuerpo post mortem.
¿Qué estudios se necesitan para ser tanatopractor?
Aunque el oficio de tanatopractor es tan antiguo como la propia Humanidad, en la actualidad su ejercicio requiere una formación específica, ya que, las empresas del sector funerario exigen profesionales que puedan demostrar su cualificación aportando estudios que respalden su adecuada formación.
Hasta el momento, no hay una carrera universitaria o de Formación Profesional específica para ser tanatopractor, pero sí existen cursos que preparan para desempeñar este trabajo, bien en academias y centros privados, o directamente a través del Servicio Público de Empleo (SEPE).
El tanatopractor es el profesional que se encarga de la higienización, conservación y presentación del cuerpo de una persona fallecida para que pueda ser velada en las mejores condiciones posibles
Una vez superado el curso se puede obtener el certificado de profesionalidad (SANPO108), que acredita la formación necesaria para desempeñar el trabajo.
Durante el curso, que tiene una duración aproximada de unas 500 – 550 horas incluyendo las prácticas, se estudian las distintas técnicas y habilidades que ha de tener el tanopractor para cumplir su cometido en circunstancias que no siempre resultan sencillas.
Métodos de higienización, productos biocidas para embalsamamientos, herramientas quirúrgicas, conservación transitoria de cadáveres, normativa sanitaria, anatomía humana básica, reconstrucción y cuidado estético del cadáver (tanatoestética) son algunas de las materias incluidas en los cursos para ser tanatopractor.
Funciones del tanatopractor
El trabajo de tanatopractor implica realizar una serie de funciones tan necesarias como diversas porque cada cuerpo va a requerir tareas específicas según las características propias del difundo (edad, causa de la muerte…) y también las condiciones en las que se haya producido el fallecimiento.
Entre las tareas básicas que desempeña el tanatopractor una vez certificada la muerte y siempre siguiendo las normas higiénico – sanitarias de sanidad mortuoria destacan:
- Limpieza y desinfección del cuerpo. La minuciosa limpieza del cadáver que lleva a cabo el tanatopractor y que incluye el drenaje de fluidos de desecho es esencial para frenar en lo posible el proceso de descomposición que se inicia tras la muerte. La limpieza va acompañada de la aplicación de productos desinfectantes que puedan eliminar microorganismos, como las bacterias, que aceleran ese proceso.
- Extracción de dispositivos o elementos ajenos al cuerpo como pueden ser unos audífonos o una prótesis. Además, el tanatopractor también pueden tener que realizar extracción de tejidos o de elementos internos, como un marcapasos, en cuyo caso deberá utilizar el material adecuado y la técnica apropiada. Cuando las extracciones sean necesarias, el profesional deberá ser especialmente cuidadoso a la hora de respetar la cultura o creencias religiosas del fallecido y de sus familiares
- Conservación del cadáver. Es una de las funciones esenciales del tanatopractor ya que su misión en preservar el cuerpo para que pueda ser velado manteniendo un aspecto lo más natural y cuidado posible. Para la conservación transitoria o para el embalsamamiento, el profesional tendrá que recurrir a productos biocidas siempre en las cantidades justas. Acondicionar y presentar el cadáver, para ese último adiós, con el respeto y la dignidad que cualquier persona fallecida merece es su objetivo.
- Reconstrucción y reparación del cuerpo. Especialmente en aquellos casos de muerte violenta, por ejemplo, tras un accidente de tráfico la misión del tanatopractor resulta esencial a la hora de minimizar el impacto que puede suponer ver el cuerpo de un ser querido con graves lesiones. Fracturas, cortes y heridas, deformaciones o grandes hematomas requieren del trabajo preciso de reparación que lleva a cabo el tanatopractor.
- Imagen personal y estética. Aunque el cuidado de la imagen del difunto, que puede incluir desde la elección del vestuario y su puesta, hasta técnicas de maquillaje es propia de los profesionales de tanatoestética, en ocasiones también el tanatopractor puede ser encargado de realizarlas.
- Asesoramiento y consuelo a familiares y amigos. No es una función ‘obligatoria’ que tenga que hacer el tanopractor pero está claro que se trata de un trabajo que requiere cierta sensibilidad y empatía con los allegados de una persona que ha fallecido.
¿Cuánto cobra un tanatopractor en España?
El salario medio de un tanatopractor en España puede alcanzar fácilmente los 2.000 euros mensuales brutos. Son profesionales muy valorados y ‘buscados’ porque pese al atractivo sueldo, no todo el mundo está preparado o quiere trabajar en este sector que implica la limpieza y conservación de cadáveres.
El Certificado de Profesionalidad acredita que el tanatopractor cuenta con los conocimientos y la práctica necesaria para el desarrollo de su trabajo
Con las características personales adecuadas y la formación necesaria, el trabajo de tanatopractor ofrece una banda salarial media – alta con buenas perspectivas económicas, porque un profesional, que además cuente con probada experiencia puede ganar en torno a 2.300 – 2.500 euros al mes a medida que avance en su carrera.
¿Hay trabajo de tanatopraxia?
Aunque el trabajo de tanatopractor es cada vez más conocido en España y el número de profesionales cualificados se ha incrementado de manera notable, sigue siendo una interesante salida laboral, tanto por los buenos salarios como por las necesidades que las distintas empresas públicas y privadas siguen presentando.
El ámbito de actuación de los tanatopractores se centra en los servicios funerarios (que engloba a más de 1.600 empresas), pero tanatorios y funerarias no son las únicas empresas en las que es posible encontrar un trabajo en este sector. También hay que sumar otras opciones como pueden ser obtener un empleo en: centros de investigación forense, anatómicos – forenses, hospitales y otros centros sanitarios o institutos de donación de órganos y tejidos, entre otros.